Mi vida está extremadamente dañada, pero sigo riendo, y soñando. Sigo teniendo mis altibajos, pero la sonrisa no se me va de la cara. Mis lágrimas cesaron, o es que quizás me quedé sin más lagrimas aunque lo dudo. Mi cabeza no descansa, mis pensamientos no cesan, pero mi corazón no se entromete, mi corazón está callado o simplemente, fuera de cobertura. Es así la cosa, por más jodida que esté, no me queda otra que sonreír.
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